Comunidad Dólar Barato: con tu suscripción seguimos escribiendo.

SER PARTE

Manual para una PSYOP

Thomas Rifé
24 Feb. 2025
Compartir:

¡ADVERTENCIA! Este texto es una PSYOP

PERSUADIR – CAMBIAR – INFLUIR

En el marco de una guerra psicológica abierta, podríamos decir que la psyop corresponde a una batalla, la unidad mínima de acción dentro del teatro de operaciones. El término se puso otra vez de moda en lo inmediato impulsado por los paranoicos de siempre de nuestras latitudes que importan las categorías paranoicas que los paranoicos y sensuales presentadores de FOX News como Jesse Watters esgrimen frente a cámara a los televidentes psicotizados de los Estados Unidos para afirmar que Taylor Swift es una activo de CIA, sin pruebas pero tampoco dudas. El término viene traccionando en USA y en la terminal de Twitter argentina es común encontrar afirmaciones por el estilo hasta el punto de que cualquier forma o intención de convencer o influenciar al otro es catalogado como psyop. Ejemplos recién salidos de góndola van desde la AI china Deepseek hasta Volver al Futuro o las periodistas que van a Malvinas financiadas por la Embajada, aunque, en este último caso, no hay muchas dudas. El escritor Mike Rothschild aprecia la genialidad cínica de llamar a algo, a cualquier cosa, como una operación psicológica ya que tales acusaciones “no necesitan de pruebas, porque nunca van a aparecer: son operaciones estrictamente secretas”.

Sin embargo, la cuestión tiene raíces y definiciones concretas. El Departamento de Estado de los Estados Unidos define a una PSYOP como todas aquellas “actividades políticas, económicas, militares e ideológicas planificadas dirigidas a países, organizaciones e individuos extranjeros con el objetivo de crear emociones, actitudes, comprensión, creencias y comportamientos favorables al logro de los objetivos políticos y militares de los Estados Unidos”. Esta afirmación parece acercar a las psyops a la propaganda, pero la idea es, o puede ser, bastante más sofisticada. Con esto en mente: ¿todo lo que nuestra paranoia afirma o sospecha que es una PSYOP es una PSYOP teniendo en cuenta que no solo el ejército de los Estados Unidos tienen la capacidad de llevar a cabo ese tipo de operaciones? Si no son ellos, o solamente ellos, ¿quiénes? En principio, tales sospechas suenan tan fantasmagóricas e infantiles como aquellas propuestas que refieren sobre una posible soberanía cognitiva que nos devuelva el control sobre nuestra psiquis. Una fantasía inocente, nuestras mentes ya están cogidas y colonizadas, nuestros datos minados y explotados y nuestra atención cooptada. No hay escapatoria. En esa denuncia paranoica o en esa ilusión empoderadora solo parece asomar la vanidad a aquellos que creen que merecen ser colonizados, que merecen ser el objetivo de una operación psicológica. Lo importante a subrayar es que nunca lo sabremos o no importa.

Primero, algunos pocos datos disponibles sobre las dimensiones y seriedad que las operaciones psicológicas representan para la estrategia americana. Se estima que Estados Unidos tiene aproximadamente siete mil soldados dedicados a operaciones psicológicas. Entre ellos, los Grupos de Operaciones Psicológicas (PSYOP) 4.º y 8.º están bajo el mando del 1.º Comando de Fuerzas Especiales en Fort Bragg, Carolina del Norte. La insignia distintiva del regimiento es un hermoso caballo de ajedrez dorado con la consigna: PERSUADE, CHANGE, INFLUENCE. En su instagram oficial, el 8th PSYOP Group luce con orgullo un logo con el caballo de ajedrez negro bajo la descripción PHANTOM KNIGHTS. Por su lado, el Grupo 4 ha visto acción en escenarios bélicos como Vietnam, Ucrania, Panamá y Somalía entre otros. Su escudo luce la consigna: VERBUM VINCET. Busquen la traducción.

CHOOSE YOUR PSY-WARRIOR

En su libro Stories Are Weapons, Annalee Newitz se propone rastrear el origen histórico de la guerra psicológica. Su preocupación es honesta: ¿cómo es posible que exista tanta desinformación en el mundo como para que hombres como Donald Trump sean presidente de los Estados Unidos de América, no solo una, sino dos veces, o la gente no crea en las vacunas contra el COVID-19 y legislaciones como Roe vs Wade sean revocadas imposibilitando el acceso universal al aborto? En definitiva, Newitz se preguntaba cómo era, o es, posible que la verdad no exista más. Newitz también es una paranoica. La hipótesis que Newitz maneja, como indica en el prólogo mientras investiga los archivos de la Hoover Institution, es que a esta altura del siglo XXI no hay forma de distinguir las operaciones psicológicas militares con las guerras culturales domésticas en lo que ella llama “cultural operations”. 

En una demanda lacrimógena, Newitz afirma que existen “tres armas psicológicas principales que los combatientes suelen trasladar a las guerras culturales: el chivo expiatorio, el engaño y las amenazas violentas. Estas armas son lo que diferencia un debate público abierto y democrático de un ataque psicológico”. En una guerra cultural militarizada, afirma Newtiz, los combatientes culturales utilizan como chivos expiatorios a grupos específicos (según ella minorías), retratándolos como adversarios extranjeros; luego, estos guerreros culturales impregnan su retórica de combate con mentiras y acosan a sus adversarios con amenazas de violencia o encarcelamiento. Newitz, obviamente, orienta su investigación a lo que acá importamos como nuevas derechas. Sin embargo, no es tan difícil encontrar mecanismos similares en el espectro inverso. En su exhorto final, Newitz sueña con lo que ella bautiza con fantasía “un desarme psicológico” que nos lleve a lo que por acá le dicen “soberanía cognitiva”.

El rastrillaje histórico que Newitz efectúa es valioso; hay menciones a lecturas adolescentes como Sun Tzu y su Arte de la Guerra o clásicos como En la Guerra del prusiano Carl von Clausewitz o la Sección de Propaganda de 1918 liderada por el Capitán Heber Blankenhorn y su adjunto, el periodista Walter Lippmann, pero hay dos nombres que destacan por valiosos: los de Edward Bernays y Paul Linebarger. 

LA LIBERTAD DE FUMAR Y COMER BANANAS

Edward Bernays había nacido en Nueva York y era sobrino de Sigmund Freud. La madre de Bernays era hermana de Freud, y el padre de Bernays era hermano de la esposa de Freud. Lo que se dice, una familia ordenada. Bernays solía pasar las vacaciones de verano en los Alpes, con sus tíos. En 1917, en agradecimiento por una caja de habanos, su tío le envió a Bernays una copia de Lecciones introductorias sobre el psicoanálisis. De esta lectura, aplicada a la sociedad de masas, Bernays iba a componer Crystallizing Public Opinion, su primera obra maestra, que trataba sobre cómo persuadir al público utilizando los medios masivos, para apelar e influir sobre prejuicios inconscientes.

El primer triunfo de Bernays aplicando sus teorías fue una campaña de 1929 para los cigarrillos Lucky Strike orientada específicamente a mujeres. Fumar no era un hábito asociado a lo fememenino y en general era algo que ellas hacían en privado. Bernays quería abrir ese mercado. Siguiendo la idea de su tío de que el deseo por una cosa podía mutar por el deseo de otra completamente diferente mediante una asociación libre, Bernays se preguntó, como todos hasta el día de hoy, ¿qué quieren las mujeres y cómo podía asociarlo con el deseo de fumar? El movimiento sufragista y sus deseos de libertad todavía electrificaban a la socialité femenina de Nueva York. Fue así que, en colaboración con la revista Vogue, invitó a las debutantes más importantes de la temporada neoyorkina a un “Torches of Freedom” donde las jovencitas iban a encender cigarrillos para celebrar sus derechos adquiridos. La campaña fue un éxito. Si bien la bibliografía posterior asigna a Bernays el lugar mercantil de haber asociado simplemente un producto a una emoción y habilitar el desarrollo posterior de las marcas y la publicidad para manipular el inconsciente de los consumidores, la operación de Bernays fue más sofisticada. Lo que realmente Bernays descubrió no fue la potencia de asociar un producto a un ideal, sino la posibilidad de que un producto defina lo que ese ideal o sentimiento es. En Nueva York, las mujeres no empezaron a fumar porque eran libres, sino que empezaron a fumar para serlo. Fumar era la configuración de su idea de libertad, no al revés. 

En su libro Propaganda, su otra obra maestra, Bernays afirma como un hecho indiscutible que casi todos los actos de nuestras vidas cotidianas, ya sea en la esfera de la política o los negocios, en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, se ven dominados por un número relativamente exiguo de personas que comprende los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes mueven los hilos que controlan el pensamiento público. Su visión era de que no somos conscientes de lo necesarios que son estos gobernantes invisibles para el buen funcionamiento de nuestra vida en grupo. Para Bernays, en definitiva, la manipulación de las masas era la única forma de habitar un mundo cada vez más confuso y acelerado. Según su visión, el objetivo de la propaganda era permitir: “de buen grado que un gobierno invisible filtre los datos y resalte los asuntos más destacados de modo que nuestro campo de elección quede reducido a unas proporciones prácticas”. Un deseo, por qué no, honesto. Bernays creía que el desarrollo de los medios masivos dieron lugar a una nueva expansión del derecho a la libertad de expresión y prensa, lo que él llamaba “el derecho de persuasión”. En sus propias palabras: “A medida que la civilización ganaba en complejidad y que la necesidad de un gobierno invisible era cada vez más patente, se inventaron y desarrollaron los medios técnicos indispensables para poder disciplinar a la opinión pública”.

Bernays no tardó en llevar a la práctica sus ideas a una escala más grande. El mega magnate ruso-americano, Samuel Zemurray, por ese momento presidente de la United Fruit Company, le encargó a Bernays una nueva misión de relaciones públicas, popularizar en la comunidad de consumo estadounidense las bananas que la UFC depredaba de sus granjas semi-esclavas en Guatemala. Historia que si bien es apenas unos fragmentos de The Fish That Ate the Whale, la biografía que Rich Cohen escribió sobre Zemurray, sin duda es lo mejor del libro. La operación de Bernays y Zemurray se topó con un problema, la resistencia del nuevo presidente Jacobo Árbenz Gúzman que tenía la soberana idea de frenar la explotación colonial y empezó a confiscar tierras sin cultivar que pertenecían a la United Fruit. Por suerte, Bernays, que estaba triunfando en generar una locura por bananas en suelo americano, y la CIA, que empezaba a desarrollar su gusto por intervenir en las raquíticas democracias del sur americano, se asociaron para recuperar las plantaciones. Bernays activó una red de espías y empezó a filtrar a la prensa que el gobierno de Árbenz estaba infiltrado por comunistas y que disponían de armas soviéticas trianguladas desde Ciudad de México. La idea era perfilar a Guatemala como una amenaza roja en centroamérica. Las tácticas de Bernays fueron resistidas por la United Fruit, que las tachó de desagradables. Aun así, el plan de Bernays funcionó: en gran parte gracias a lo que él llamó un “enfoque científico” para la “propaganda anticomunista”. Al poco tiempo, con apoyo militar y táctico de la CIA, un pequeño grupo de fuerzas anti-Árbenz pudo orquestar un golpe de Estado en 1954, derrocar al gobierno democráticamente elegido de Guatemala y devolver miles de pequeñas granjas guatemaltecas a la United Fruit. La libertad de persuadir había triunfado.

INCEPTION DIRECTED BY LINEBARGER

El libro Psychological Warfare escrito por Paul M. A. Linebarger y publicado en 1948 primero como un panfleto clasificado para personal autorizado es considerado al día de hoy como la biblia de las PSYOPS y es una lectura obligatoria dentro de las unidades de operación psicológicas del ejército de los Estados Unidos y, probablemente, del mundo. El libro constituye el primer esfuerzo de codificar de manera ad hoc las prácticas necesarias para influenciar a las masas y a sus líderes en orden de ganar una guerra. El marco de expectativas que manejaba Linebarger a la hora de escribir su libro era que las campañas de PSYOPS, las formas y fantasmagóricas, siempre estarían opacadas por la amenaza de aniquilación nuclear. La difusión masiva del mensaje era tan importante como el mensaje en sí mismo.

En paralelo a su rol en el ejército, Linebarger publicaba bajo el pseudónimo de Cordwainer Smith algunos de los relatos de ciencia ficción más populares e influyentes del género a mitad del siglo pasado, entre ellos, la saga de la Instrumentalización Humana, luego robada con un giro depresivo en Neon Genesis Evangelion. Linebarger nació en 1913. Fue nombrado en honor a su padre, Paul Myron Wentworth Linebarger, un abogado y diplomático que fue asesor personal cercano de Sun Yat-sen, líder del partido nacionalista chino Kuomintang. Sun se convirtió en presidente interino de la República de China tras derrocar al emperador Puyi durante la Revolución de Xinhai en 1912, mientras que el padre de Linebarger trabajaba como agente del gobierno nacionalista chino en el extranjero. Los dos hombres eran tan cercanos que Sun se convirtió en el padrino del joven Linebarger, inspirándole un feroz anticomunismo y una lealtad de por vida al movimiento nacionalista chino. Linebarger se doctoró en ciencias políticas en la Universidad Johns Hopkins, con una especialización en historia asiática A medida que Linebarger ascendía en la jerarquía académica, obteniendo puestos docentes en Harvard y luego en Duke, se inventó seudónimos para publicar ficción. Para cuando Linebarger trabajaba en la Oficina de Información de Guerra (OWI) en 1942, ya usaba múltiples alias.

Para Linebarger, las operaciones psicológicas debían ser mucho más sofisticadas que simplemente la difusión de propaganda. Linebarger creía que el aporte de la psicología al soldado era mostrarle los elementos de la humanidad que quedan fuera de vista y enseñarle a “convertir la lujuria en resentimiento, el ingenio individual en cobardía masiva, la fricción en desconfianza y el prejuicio en furia”. Linebarger subrayaba que la guerra se libra contra las mentes, y no contra los cuerpos. En resumen, lo que Linebarger tenía en mente eran PSYOPS que funcionaran como intervenciones sobre la realidad, una serie de trucos y efectos. Si el enemigo atraviesa dificultades económicas durante la guerra, por ejemplo, Estados Unidos podría lanzar y poner a circular cientos de toneladas de moneda falsificada de buena calidad desde aviones o espías. Si el enemigo es un país con exceso de control policial, se podrían fabricar grandes cantidades de documentos de identidad falsificados y así, etc.

“La esencia de esto” subraya Linebarger, “como de toda buena propaganda negra [la bibliografía posterior hablará de PSYOP negra], es confundir a las autoridades enemigas mientras se gana el agradecimiento del pueblo enemigo, preferiblemente mientras se construye el mito dentro del país enemigo de que grandes y bien organizados grupos de revolucionarios están listos para terminar la guerra cuando llegue el momento.” Para Linebarger, las PSYOPs más efectivas eran aquellas que plantaban la semilla de historias, una inception en el enemigo del propio “mito” de que la resistencia al régimen ya estaba en marcha. Linebarger coquetea con una idea borgeana, fruto de su vocación en la ciencia ficción, de crear un mundo e imponerlo a la realidad. Newitz habla de mythmaking. Nosotros preferimos decir mindfucking.

LOS SOLDADOS DE PSYOPS ESCUCHAN BRIAN ENO EN EL FUTURO

La colaboración entre autores de ciencia ficción para la guerra psicológica se profundizó con autores como Larry Niven, autor de la novela Ringworld y de numerosas historias de guerras interestelares, al asesorar al Departamento de Defensa en la década del 80 sobre amenazas futuras. Esto continuó con organizaciones como la Global Business Network (GNB) una especie de futurological think tank que buscaban hacer un merge entre futuristas y autores de ciencia ficción con agencias de inteligencia y empresas para participar en talleres de “previsión” (foresight), con el objetivo de simular posibles escenarios de amenazas o, en lo posible, crearlos antes de tiempo. 

En concreto, la GBN fue una firma de consultoría fundada en 1988 en Berkeley que en apariencia ofrecía asesoramiento a empresas, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos. Además del forecasting, que extrapola tendencias pasadas y presentes para anticipar el futuro, el objetivo principal de la GNB, y su valor diferencial, era la planificación de escenarios (scenario planning) como proceso para explorar futuros alternativos, plausibles y posibles, y lo que estos podrían significar para estrategias, políticas y decisiones de su estelar cartera de clientes. La idea era expandir los planes de Linebarger sobre la guerra psicológica: de imponer una realidad en el presente a crear los del futuro.

La empresa creció hasta incluir un grupo central de “miembros de práctica” y más de un centenar de miembros individuales de la red de diversos campos, como el editor de Wired Kevin Kelly o el productor musical y creador de la música ambient y compositor de obras maestras como Music for Airports, Brian Eno. El propósito de la GNB era explorar tendencias emergentes y futuros alternativos, proporcionando acceso a seminarios de formación, un sitio web privado y el GBN Book Club, que ofrecía una selección mensual de literatura sobre temas futuros. Para 1998, GBN tenía casi 100 clientes, que iban desde empresas como IBM y AT&T hasta el gobierno de Singapur y la Asociación Nacional de Educación. Cada uno pagaba una suscripción anual de 35.000 dólares para ser miembro de la comunidad de GBN y por una suma adicional, recibían planificación de escenarios personalizada.

En su mambo futurista, Brian Eno llegó a preguntarse en una entrevista para The Observer en mayo de 1996 a propósito de su nuevo libro A Year (With Swollen Appendices) que si en el mundo existían departamentos estatales abocados a cuidar del patrimonio y la herencia del pasado, ¿por qué no había un ministerio del futuro? A continuación, Brian Eno se postulaba, aunque el entrevistador no se lo pedía, como posible ministro. Cuando el periodista le pregunta qué haría como Ministro del Futuro, Eno responde: “Persuadir a la gente de que pensar es una buena idea. Así que crearía un espacio para la discusión casi sin censura de ideas nuevas y provocadoras. Hay tanta inteligencia alrededor y está completamente desaprovechada, lo cual es una tragedia.” Cualquier sobrevuelo sobre las redes sociales o los tiktoks que estén de moda nos enseña que el futuro, obviamente, demostró que estaba equivocado. 

Finalmente, un informe elaborado por la Global Business Network para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos predecía “sequías mortales en gran parte de Europa, una guerra nuclear entre Pakistán e India por el suministro de agua potable, un conflicto entre China y EE.UU. por el petróleo saudita y la formación de un mar interior en el Valle Central de California”. Otra serie de éxitos. Al poco tiempo, la firma fue adquirida por Deloitte. 

MANUAL PARA GUERRAS PSICOLÓGICAS ARGENTINAS

A partir de la obra de Linebarger, hoy se habla de tres tipos de operaciones psicológicas según su intensidad clandestina de menor a mayor en el marco de una contienda bélica por parte del ejército de los Estados Unidos.

– WHITE PSYOP

Aburrida. Las fuentes oficiales son explícitas y son aquellos comunicados que exponen la posición o visión oficial del gobierno de Estados Unidos. La información tiene que ser cierta y factual. 

Ejemplo: escritores argentinos son agasajados en la embajada de Estados Unidos.

– GRAY PSYOP

Un poco más sensual. La fuente de la operación (el gobierno de Estados Unidos) es deliberadamente ambigua o vedada. Se utiliza para aquellas operaciones en las que el mensaje se verá más amplificado si no se revela la mano del gobierno de EE.UU. o, en algunos casos, cualquier participación estadounidense. Es simplemente un medio para que EE.UU. presente puntos de vista que favorezcan su política exterior, pero que sean más aceptables o mejor recibidos por la audiencia objetivo que una declaración oficial del gobierno. 

Ejemplo: Revista Anfibia. 

– BLACK PSYOP

Las que realmente importan. La operación realizada parece provenir de una fuente (gobierno, partido, grupo, organización, persona) que generalmente es hostil por naturaleza. El interés del gobierno de EE.UU. se oculta y este negaría cualquier responsabilidad. Se utiliza principalmente en apoyo de planes estratégicos. En estas pensaban, especialmente, Linebarger o Bernays. La información divulgada puede ser sensible o incluso engañosa. 

Sin embargo, hay restricciones. Por ley, y aunque esto pese contra la paranoia habitual de FOX NEWS, las unidades de PSYOP de EE.UU. y los soldados de todas las ramas militares tienen prohibido realizar misiones de PSYOP dirigidas al público doméstico.

Linebarger propone estos pasos para una PSYOP exitosa. No olvidemos que esto es un manual:

  • Definir claramente la misión para alinearla con los objetivos nacionales.
  • Evaluar la situación para estimar el impacto de la PSYOP.
  • Preparar el plan de ejecución.
  • Seleccionar los medios de difusión.
  • Desarrollar los productos de la PSYOP.
  • Prueba previa (pretesting): determina el impacto probable en la audiencia objetivo.
  • Producción y difusión del material de PSYOP.
  • Implementación de la estrategia.
  • Prueba posterior (post testing): evalúa las respuestas de la audiencia.
  • Retroalimentación y ajustes.

Con esto en mente, y dejando de lado la paranoia que nos ubica como víctimas de todo tipo de PSYOPS diarias o guerra culturales, y teniendo en cuenta que desde que la primera jovencita en Nueva York prendió uno de los cigarrillos Lucky Strike que Bernays puso en su boca, todo lo que consumimos y toda la información a la que estamos conectados umbilicalmente busca influir en nuestra psiquis y está digitado en otra parte, sea el Departamento de Estado o una agencia de relaciones públicas, epifanía que vuelve estúpida cualquier ilusión de desarme psicológico o soberanía cognitiva; la pregunta es ¿cuál sería el objetivo de una PSYOP argentina? ¿Contra quién? ¿Para qué? Juguemos como Linebarger y Bernays. Un mero ejercicio de especulación futurista. Los objetivos nacionales deberían ser claros. Deberían serlo. Soberanía. ¿Una operación psicológica sobre Malvinas? ¿Una BLACK PSYOP contra el gobierno británico? Forecasting. Tal vez difundir en foros, páginas web, cuentas de facebook, etc. que hay un movimiento pro-argentino en las islas y entre los kelpers, que parte del gobierno insular colonizador está listo para la transición, que las conversaciones inclusive ya están en marcha y que la planificación de escenarios está lista para la recuperación argentina. Se mencionan reuniones clandestinas en la tundra, entre ovejas y pingüinos. Aparecen banderas argentinas en algún altillo abandonado. Una colección de pesos argentinos. Todos falsificados. Nada de esto tiene que ser cierto, o sí, o no del todo. Tal vez converge la realidad con la ficción. No importa. Lo importante es que los mensajes aparezcan en los foros más anti-argentinos posibles, fruto de la paranoia. Sembrar la semilla de que el proceso es irreversible y permanente. ¿Y sobre la Antártida? Lo dejamos para el próximo capítulo. ///// DB

Disclaimer. Contenido libre de financiamiento del Departamento de Estado.
Escribe: Thomas Rifé
24 Feb. 2025
Compartir:

Si te gustó este contenido te invitamos a suscribirte y apoyarnos para sostener y ampliar el proyecto.
La Comunidad Dólar Bárato te necesita.

últimos Post

Meditaciones según Santo Tomás de Aquino

Viernes de la primera semana de Cuaresma. LA LANZA Y LOS CLAVOS DE NUESTRO SEÑOR.

Operaciones culturales S. A.

Entidades estatales que abrevaban directamente de las arcas públicas no dejaron de ser provistas de

Chachi Telesco y la casa de torturas del lenguaje digital en la alta política

En ese mismo salvaje pantano digital en el que germinaron varios de los grandes personajes